DEVOCIóN ADMIRABLE DE LOS 7 DOLORES QUE MARíA SANTíSIMA SINTIó EN LA VIDA Y MUERTE DE SU AMADíSIMO HIJO COSAS QUE DEBE SABER ANTES DE COMPRAR

Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo Cosas que debe saber antes de comprar

Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo Cosas que debe saber antes de comprar

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Durante este tiempo, puedes meditar en los misterios del Rosario o hacer cualquier otra petición personal a Altísimo o a la Inmaculado María. Recuerda que el Rosario es una oportunidad para sumergirte en la oración y cultivar tu relación con Todopoderoso.

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La oración de los 7 Dolores de la Inmaculado es una forma de conectarse emocionalmente con la Inmaculado María y meditar en su sufrimiento como madre.

Al unir nuestros dolores a los de María, tal como Ella unió Sus dolores a los de su Hijo, participamos en la redención de nuestros pecados y los del mundo entero.

Rezar los 7 Dolores de la Inexplorado es una guisa de expresar simpatía y devoción cerca de María, confiando en su intercesión y buscando imitar su ejemplo de entrega y fidelidad a Dios.

Aconsejamos adivinar en el Santo Evangelio las citas que acompañan a cada unidad de los dolores y luego la oración que se acompaña:

María conocía la profundidad de esta Chispa: “Yo los defenderé en sus batallas espirituales con el enemigo infernal y los protegeré en cada instante de sus vidas”.

“Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos.

Deplorar no es imperfección cuando el motivo del llanto es santo. Llorar no es finalidad de cariño, sino de fina sensibilidad. Lamentar a impulsos del apego divino es un don de Altísimo, don que solo a grandes almas se concede.

Señor mío Dios, yo te saludo en honra y reverencia del dolor que padeció mi Señora la Casto María cuando te vio cargado con el infame madero de la Cruz yendo dócil al suplicio; por este dolor te pido las virtudes que por el pecado perdí.

Pero es más lamentable que muchos católicos, que la tenemos y aceptamos por origen, igualmente nos olvidemos de ella y no le recemos el Santo Rosario ni meditemos en sus dolores.

El tercer dolor de la Origen de Altísimo se relaciona aoraciones con la facilidad con la que las personas son manipulables. "Es proponer que nuestras raíces en Jehová son tan tenues, que llega cualquiera y empieza a gritar: ¡Crucifícalo!

De este modosteme en todas mis acciones, sobre todo en la hora del sufrimiento y en la hora de mi muerte, a fi n de que, viviendo en la constante fi delidad a tu servicio, pueda merecer por la imitación de tus virtudes, participar eternamente de tu satisfacción y de tu salvación en el cielo después de haberme unido a tus dolores en esta tierra. Triunfadorí sea.

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